lunes, 29 de septiembre de 2008

LA TRIANA ROCIERA

Un repique de campanas
anunciaba el nuevo día,
mas no un día cualquiera
que mi Triana rociera
con ansias de romería
se marchaba para verla.

Como luce esa carreta
paseando por su barrio,
en esas calles repletas
de romeros a caballo
que con la fe por bandera
anhelando esas arenas
en el bullicio abren paso.

Ya se ha alejado el cortejo
y lentamente camina
entre pinares de ensueño
buscando siempre la rocina
por esas sendas divinas;
que cualquier trianero
siente que pisa el cielo
cuando pisa la marisma.

Buen camino tengas Triana
hasta llegar a sus puertas,
y cuando en ellas estes
reza con fe y recuerda
al rociero que esta vez
se quedó sin poder ver
la maravilla que es
esa virgen marismeña.

PREGONERO DE SEVILLA

Sevilla tuvo una niña
y le pusieron Triana
y en el barrio del Arenal
el trovador que cantara
como nadie a la ciudad.

Al son de las sevillanas
con tu arte y sentimiento
nos distes a conocer
una Sevilla del ayer
que se nos iba perdiendo.

Madre no me riñas más
por salir de costalero,
en la puerta correos
miarma, tu me has citao,
impresas van en la memoria
de todo el que la cantao.

Por eso hoy en mi mente
hay un sitio para ti,
Pali, qué buena gente,
cuánto distes sin pedir,
descansa en paz valiente,
mientras que tu voz inmortal
sigue resonando sin cesar
por tu Sevilla de siempre.