lunes, 29 de septiembre de 2008

LA TRIANA ROCIERA

Un repique de campanas
anunciaba el nuevo día,
mas no un día cualquiera
que mi Triana rociera
con ansias de romería
se marchaba para verla.

Como luce esa carreta
paseando por su barrio,
en esas calles repletas
de romeros a caballo
que con la fe por bandera
anhelando esas arenas
en el bullicio abren paso.

Ya se ha alejado el cortejo
y lentamente camina
entre pinares de ensueño
buscando siempre la rocina
por esas sendas divinas;
que cualquier trianero
siente que pisa el cielo
cuando pisa la marisma.

Buen camino tengas Triana
hasta llegar a sus puertas,
y cuando en ellas estes
reza con fe y recuerda
al rociero que esta vez
se quedó sin poder ver
la maravilla que es
esa virgen marismeña.

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